.....
La amabilidad pende de un hilo
que se teje entre ojos
y ojos;
a veces pienso
que mis ojos me ignoran;
ofendiendo, y traicionando
mi confianza...
Es que nunca los supe educar.
La amabilidad pende de un hilo
que se teje entre ojos
y ojos;
a veces pienso
que mis ojos me ignoran;
ofendiendo, y traicionando
mi confianza...
Es que nunca los supe educar.
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