Mi delirio inefable
Atado a una cama perteneciendo a la muerte mas erótica, verde;
sucia como lobos que roen huesos humanos
bajo lunas vacías.
Esta es la noche de luzbel derramando su vino.
Cuantas clavaras antes de darte cuenta;
si sigues no tendrás la fuerza necesaria para soltarte.
Jugando al payaso tuerto hasta que caímos en la misma zanja en la que nunca caímos.
La misma en la que caeríamos esta vez.
Rompiendo espejos con nuestra corteza lacerándose como papel mojado,
tiñendo de violencia las paredes por las cuales bailamos
Ya no nos reflejamos,
de todos modos estará satisfecha la imagen,
estará sonriente
si sonreímos,
simulara nuestras muecas...
millones de espejos para juzgarnos.
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1 comentario:
Muy bonito
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