miércoles, 6 de febrero de 2008

Sueño ajeno de un hombre incapaz de desatar

Sueño que soñó, o creyó soñar, o inventó haber soñado:


Estabas ahí sentada, tu silla era igual a otras,
la mía era dolorosamente cómoda,
pero algo que desconocía en el momento me prohibía verla. (aun lo desconoce)

En este cuarto no había ventanas ni cerradura;
en tu cabeza tampoco, y si había....
no la encontré ni la busqué,
para el caso no tenia llaves.

Vos eras la única mujer, y nunca la misma.....y a veces te conocía. (solo a veces)
yo creía ser un hombre que todavía no sabia quien era.
Pero no estaba seguro (todavía no lo está).

No entendía tus gestos maniatados
y eso me frustraba;
y me frustraba en demasía,
y me frustraba en demasía constante,
y me frustraba en demasía constante, e interminable,
y me frustraba en demasía constante, e interminablemente eterna y constante,
e interminablemente eterna y constante, e interminablemente eterna y constante,
e interminablemente eterna y agobiante,
y dolorosa,
y agobiante,
y envolvente,
y agobiante, e interminablemente eterna y constante.

De todos modos, me extasiaba tu mirar,
por no hacer esfuerzo alguno para levantar tus mil y un párpados;
y aun así ver mas que yo.

Quería decir algo
y no lograba desatarlo. (nunca supo desatar)

2 comentarios:

Sophie dijo...

ella era lo que el no queria ser.
o capaz si queria serlo
o tenerla al menos.

Anónimo dijo...

Me gustó mucho. Nunca supo desatar.